Perfil del Alumno
Calasancio
La divina misión de la escuela calasancia es, en palabras de Faustino Míguez, fundador del Instituto Calasancio, poblar la tierra de ciudadanos probos e ilustrados y el cielo de ángeles humanos, es decir, personas honestas e íntegras, cultas, bondadosas y comprometidas con la realidad desde su ser creyente.
Hoy, la escuela calasancia continúa respondiendo a los retos que plantea la educación en la sociedad global del siglo XXI: lograr que todos los jóvenes alcancen su máximo desarrollo integral en un contexto de igualdad de oportunidades, adquiriendo las competencias que les permitirán desenvolverse con garantía en las próximas décadas. Se trata de formar personas maduras, justas, solidarias y compasivas, capaces de superar fragmentaciones y de reconstruir el tejido de las relaciones por una humanidad más fraterna y universal, desde su testimonio y compromiso cristiano en la sociedad.